En lo alto de la Peña del Morral se asienta uno de los emblemas de Graus. La basílica de la Virgen de la Peña ha observado desde su atalaya los avatares de la Villa.
Una primera capilla románica se asentó en el siglo XIII, según la tradición, en la concavidad de la roca donde se había avistado unos resplandores tras la Reconquista por parte de Sancho Ramírez.
Hasta el siglo XVI no adquiere el aspecto actual, de estilo gótico tardío, con elementos decorativos renacentistas. El conjunto monumental consta además de otros dos
edificios: la capilla de San Juan de Letrán, en el atrio, y el claustro.
El claustro es un magnífico mirador hacia la Villa y el valle donde confluyen el Ésera y el Isábena. Sobre su distintiva sucesión de columnas poligonales y helicoidales se sitúa la antigua hospedería, que actualmente alberga el Museo de Iconos.
El interior de la basílica, de planta rectangular, está compuesto por tres tramos de bóvedas de crucería estrellada. Frente a la entrada de la basílica se encuentra la pequeña capilla de San Juan de Letrán.