Los dances son uno de los principales atractivos de la Fiestas Patronales de Graus y uno de los momentos más esperados por los grausinos y sus visitantes durante todo el año. Formar parte del grupo de danzantes y rapatanes es todo un orgullo para los ciudadanos de la Villa.
En las mañanas de los días 13 y 14 de septiembre se producen en la Plaza Mayor el baile de espadas y el de cintas, después de acompañar en procesión las imágenes de los patronos, honor que está reservado a los danzantes y a las autoridades.
Al son de las gaitas, el baile de las espadas se desarrolla en tres fragmentos musicales distintos: La Cardelina, Taninaná y La Culebreta. Veinte danzantes divididos en cinco cuadernas y dos rapatanes dan forma a un coreografía colorida y vistosa por los llamativos atuendos. Resalta el utilizado por el grupo central, con trajes de volantes, dos en color azul celeste y dos en rosa pastel, con pomposos encajes, medias, guantes, collares y sombreros floreados. La explicación a este vestuario puede encontrarse en la de tratar de incorporar el elemento femenino en un baile masculino que, en origen, celebraba la fortaleza, la virilidad y la fertilidad.
El baile de las cintas es una versión moderna del anterior, cualidad descrita por la música: la gaita deja paso a una orquesta que interpreta una polca, música introducida en la tradición de Graus en la segunda mitad del siglo XIX. En el baile, los danzantes se mueven cogidos a unas cintas alrededor del mayo, palo adornado con cintas y flores, y que también tuvo un componente de celebración de la fertilidad. Anteriormente era únicamente bailado por hombres, hasta que a finales de los cuarenta del siglo XX se introdujeron las parejas mixtas, y se ampliaron de cuatro a ocho, todos ellos ataviados con el traje baturro de Graus. Además del baile en torno al palo, otras mudanzas incluyen un paseo por parejas con saludo, un pasamanos y un baile con aro.